COMO EN UN LABERINTO

Estaba perdida… Entré sabiendo dónde estaba, conociendo el lugar por fuera. En verdad, por afuera paso siempre…  Me conocía toda su fachada, no era la primera vez que entraba ya que cuando era chiquita fui varias veces. Pero el tiempo pasa y todo va cambiando… Ya no están las cosas como recuerdo…

Entré con una lista en la mano, con un objetivo claro… La búsqueda comenzaba, era peor de lo que imaginaba… No sabía por dónde empezar, mis pasos lentos y el querer estar atenta a todo hacían dar cuenta a las demás personas que no estaba en mi lugar. Miraba las cosas con cautela, observaba todo. Me quedaba parada mirando y pensando, revisando aquella lista que tenía en mis manos… Por lo general, me di cuenta que paraba en los lugares que no tenía que estar, de los cuales no necesitaba nada…

Creo que si no hubiese sido porque vino ella, yo nunca hubiese encontrado todo… O lo hubiese hecho pero diez horas después. La sensación de haber tenido cosas a la vista pero no verlas, de tener que ir y volver por el mismo lugar, de hacer el esfuerzo por reconocer cuál era el camino que debía seguir o qué era lo que tenía que elegir… Todo eso estuvo presente…  Me sentía en un laberinto… Cómo algo tan fácil para algunos, se puede tornar tan difícil para otros ¿no?… 
Ese día llegué a una conclusión: ir a comprar a un supermercado no es nada fácil!!!

Llamado a la solidaridad: para la próxima deberían entregarme un mapa que diga dónde se encuentran los productos o tendría que haber un guía adentro del supermercado! PARA TENER EN CUENTA!!!