Si querés llorar, ¡llorá!

La vista se nubla… Te duelen los ojos, no querés llorar… Tratás de pensar en otra cosa, cantar algo… Pero resulta que justo lo que cantás también te hace llorar… Y ves una mosca volar y te dan ganas de llorar. Te hablan y no aguantás más… Lo intentás una y mil veces. Sentís los ojos húmedos, te mirás al espejo y encontrás la mirada triste, te da ganas de llorar. Los ojos rojos, te dan ganas de llorar. ¡No querés hacerlo! ¡No una vez más! ¡No querés llorar delante de él y ella! ¿Para qué? Si no te entienden, si no están en tu lugar. ¿Para qué? Si creen que siempre tienen razón, que saben más que todos. ¿Para qué? Si nunca se sintieron como vos, no estuvieron en tu situación… Tragás una vez más, apretás la mandíbula, te tensa la situación. Se puede ver muy claro.

Unos minutos más y lo lográs… No llorás delante de ellos… Esperás  llegar a tu habitación, ponés música  a todo lo que da y por fin empezar a llorar, empezar a ser vos, empezar a expresarte… ¡Llorá, llorá si tenés que hacerlo!