Ser libre o nada
En las vacaciones estuve presa. No de verdad, tampoco tan de mentira. No era una cárcel de verdad, aunque lo fue. No era cualquier cárcel, era la del fin del mundo. Sobre eso (el fin del mundo) después hablaré... Estuve en la cárcel del fin del mundo y participé de una historia de teatro, en la que yo y un grupo más de personas éramos los presos. Era una actuación, un juego, un juego en el que se viven muchas emociones: miedo, ganas de llorar, frío, más miedo y mucha expectativa de qué iba a pasar. Más allá de eso, y además de que recomiendo que vayan a hacer la experiencia. Durante la obra, me puse a mirar por una ventanita pensando en la libertad . ¿Hace falta estar preso para no sentirse libre? ¿Apreciamos la libertad como lo que es? ¿le damos el valor que tiene? ¿Es posible no estar encerrado ni con rejas y no sentirse libre? ¿Somos libres en nuestra vida cotidiana? ¿Qu...