Aprendizajes de viaje:

- Girar y ver lo grandioso que nos rodea.

A veces algo es muy magnífico y todos pueden ver que lo es pero girás la cabeza y ves más cosas magníficas que tal vez no todos pueden ver (sobre el perito moreno y su alrededor). Nadie puede negar que el Perito Moreno es increíble, la paz del agua, el aire sin contaminación, las “barbas de viejos” de los árboles que aseguran que están respirando oxigeno puro, la paz y el silencio del viaje, del paisaje. 

Estaba en un barco muy cerquita del Glaciar Perito Moreno, todos mirando y sacándole fotos. Yo ya lo había hecho y tener más de 100 fotos sobre lo mismo, me parece innecesario, ¡bastante que saqué cien! . En ese momento me puse a mirar alrededor, nada raro en mi. Mientras todos miran para un lado, yo miro qué hay en otras partes. Y ese alrededor también me pareció mágico. Después se lo compartí a mi amiga y ella me dijo "Pero lo de alrededor se puede ver en varios lugares", el glaciar es único." Es verdad, no se equivocaba. Pero igual no me convencí porque eso no quiere decir que lo de alrededor no sea único también en el tiempo y lugar en el que está y en el momento que nos encontramos. Tal vez nos efocamos tanto en mirar al "magnífico" sin poder alcanzarlo y nos perdemos el alrededor.

- Las nubes (está en otro post)

Me impresiona ver lo cerca que están las nubes... Siempre me parecieron tan lejanas... ¿será que eso pasa con los sueños? Los crees lejanos, ¿cambiás de perspectiva y ya no están tan lejos?

- Con la ayuda de los demás es más fácil

No es algo que no sepa. Siempre valoro el caminar con otros, compañeros de camino, amigos, familia, el trabajo en equipo. Pero nunca me dejo de sorprender de la importancia de estar rodeado de personas, incluso de gente que uno no conoce. En las excursiones hubo varios que me ayudaron si necesitaba una mano (literal) para pasar de un lado a otro... Y sí, con la ayuda de los demás fue más fácil cruzar las piedritas o bajar el cerro sin caerme. Hasta, incluso, fue más fácil escaparme de las abejas. 

- La clave 

Creo que la clave, estemos donde estemos es divertirse. Dejar la vergüenza de lado y ponerse a bailar al ritmo que tienen los cordobeses, en el medio de toda gente. Ponerse a bailar y disfrutar, cantar por la calle inventando canciones, llegar tarde, destapar un agua en el avión y que la tapita vuele, reírse, reírse a carcajadas. 

- Meditación.

Prometí meditar en mis vacaciones. Sucedió el primer día nada más. Después descubrí que hay un tipo de meditación llamada Prakritilaya, es el momento en el que te disolvés en la naturaleza y cuando eso sucede hay un cambio en la vibración de nuestra mente. Ahí descubrís que no es el paisaje lo que nos enamora, sino lo conectados que estamos con nosotros mismos en ese momento. Ese es el fin de la meditación. Conectarse con uno mismo, ser nada, ser nadie y ser todo a la vez... Así que sí, medité en las vacaciones: objetivo cumplido.

- Apreciar lo pequeño

Tanto verde, tanta paz, apreciar una Margarita, apreciar un árbol, apreciar y sentir las piedritas por las que camino, tocar el agua del lago. Esos días me tomé el tiempo para apreciar la naturaleza, para descubrir los rinconcitos, para disfrutar lo maravillosa que es. 

- Valorar la libertad (eso va para otro post)

- La compañía

Como dije en otro post, creo que está bueno irse sola y vivir esa experiencia pero cada viaje se hace de momentos únicos e inolvidables. Aunque el viaje dure 6, 15 o 30 días lo que lo hace inolvidable son los momentos compartidos con la/s persona que viajaste, las experiencias guardadas que vivieron juntas. Este viaje lo hice con una amiga y la pasé taaan bien, cada una con su personalidad pudo ponerle el condimento que hizo que sea INOLVIDABLE.

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